En Chile 9 de cada 10 personas viven en ciudades. ¿Cómo hacemos de ese espacio que compartimos día a día un lugar más humano, más amable, más acogedor? Este blog no pretende dar un respuesta, sólo entregar una opinión. Disfrútalo

domingo, abril 09, 2006

TRANSANTIAGO: De choferes a conductores

Tania y Eduardo cumplirán 2 años de pololeo el próximo mes de febrero y el día de ayer han anunciado planes de matrimonio. Probablemente para muchos de ustedes este hecho no constituye en sí mismo una noticia. Sin embargo, si agregamos que Eduardo desde el jueves pasado es tetrapléjico y que adquirió dicha condición como resultado de que un chofer de micro lo baleó luego de una discusión por reclamar su derecho a pagar la tarifa escolar, sin duda que este hecho adquiere otra connotación.

El pasado mes de octubre, la ciudadanía fue informada por las autoridades del Ministerio de Transportes que empezaba el cambio más profundo que alguna vez haya experimentado nuestro alicaído sistema de micros. Una de las promesas efectuadas en dicha ocasión fue que las micros ahora serían buses y que a los “choferes” era mejor empezar a llamarlos por conductores. Básicamente se nos explicó que ahora ya no correrían buscando y peleando los pasajeros en la calles, puesto que tendrían una remuneración fija y no por boleto cortado.

Claramente algunas promesas no se están cumpliendo. Si bien es posible ver buses en las calles, aún hay demasiadas “micros”. La gente que día a día usa el transporte público para desplazarse a trabajar o a estudiar, quiere subirse a un bus, no a una micro. Y por sobre todo quiere que la reciba un conductor, no un chofer, ni menos uno que puede balearte sino pagas lo que él cree que es justo pagar. ¿O será que aún ese conductor recibe su sueldo dependiendo de cuántos boletos corte al final de su jornada laboral?

Si así fuera, sería razonable esperar de las autoridades salientes respuestas rápidas a estas indeseables situaciones que ciudadanos como Tania y Eduardo deben vivir todos los días en sus desplazamientos habituales. Por de pronto, aclarar las relaciones contractuales de los choferes con las empresas que se adjudicaron el derecho a operar vías en Transantiago. Mejorar la fiscalización. Sancionar a quiénes no cumplen. Apurar la entrada en operación de la tarjeta multivía.