EL INCIERTO FUTURO DEL TRANSANTIAGO
A través de los medios de comunicación dos importantes personajes del sector transportes, ambos con una vasta experiencia y reconocida capacidad técnica, nos han alertado sobre los riesgos a que se expone TRANSANTIAGO, si las autoridades correspondientes no resuelven de manera adecuada los problemas a que se ha visto expuesto el plan de modernización del transporte público en sus primeros días de funcionamiento.
Blas Tomic, gerente general de una de las empresas operadoras del Transantiago y simpatizante de la Concertación, ha advertido que debido a la “…enorme cantidad de cosas que se han hecho mal en los 50 años anteriores…”, y que redundan en que los usuarios no le tienen aprecio a la locomoción colectiva, se hace imprescindible informar y educar a los ciudadanos de manera que entiendan y adhieran a un sistema de transporte que está conceptualizado de una manera absolutamente diferente a la actual, de manera de propiciar, en una dirección correcta, los cambios culturales que impondrá la nueva forma de trasladarse.
Por su parte, Carlos Cruz, ex Ministro de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones alertó a la opinión pública sobre los 300 millones de dólares de déficit que tiene TRANSANTIAGO y que en definitiva significa no tener la infraestructura de transportes que permita que los buses sean competitivos, en términos de tiempos de viaje, con los automóviles particulares: vías segregadas como Grecia o Pajaritos, terminales intermodales, paraderos de alto estándar, calles bien pavimentadas (sin hoyos) para que los nuevos buses circulen adecuadamente, entre los más importantes. A este respecto, es bueno precisar que:
Los recursos (mejor dicho la falta de ellos) son un problema: sin recursos no hay inversión, sin inversión se anula el efecto modernizador y, en consecuencia, no se mejora la vida de los ciudadanos más pobres.
A este respecto, resulta contradictorio que el final del Gobierno del Presidente Lagos, los automovilistas de Santiago tengan 4 autopistas urbanas de nivel mundial y la mayoría de los ciudadanos que se movilizan diariamente en micro, sólo tengan 1000 buses nuevos para usar en calles de tercera categoría.
La baja información que maneja la ciudadanía es de exclusiva responsabilidad del Gobierno. En el mes de junio, el Ministro Estévez anunció la postergación de la puesta en marcha del Transantiago argumentando que la gente requería más información y que el Ministerio de Transportes y los profesionales de TRANSANTIAGO trabajarían en solucionar ese defecto. Pues bien, el resultado es que llegado el 22 de octubre, día de inicio de TRANSANTIAGO, las quejas más frecuentes de los usuarios han sido precisamente la falta de información.
Si a los déficits anteriores agregamos los 2 grandes cambios que se vienen durante el año 2006: pago integrado a través de la tarjeta multivía (que significará que los usuarios tendrán que llevar siempre su tarjeta cargada) e integración de recorridos (que modificará radicalmente la estructura actual de viajes, agregándole 1 o 2 trasbordos a los viajes actuales), el panorama para el próximo Gobierno se visualiza evidentemente complejo.
En ese sentido, Michelle Bachelet será la encargada de transformar en realidad este sueño de un transporte público a la altura del Chile del siglo XXI, para eso deberá abordar con fuerza y decisión los puntos pendientes aquí tratados, de modo que desde el sector transporte se pueda aportar a darle más equidad y dignidad a los desplazamientos de nuestros ciudadanos más humildes.
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